La mujer Clásica

De buenos modales, se caracterizan por su elegancia y gusto atemporal.

Características generales:
Usan colores neutros y combinaciones armónicas. Las texturas que prefieren son las nobles como ser: seda, lana, cuero (solo en zapatos y cinturones), algodón, jersey, crepe de lana, tejidos finos, entre otras. También utilizan telas como cuadrilles y príncipe de Gales. Los materiales son costosos, duraderos y nunca pasan de moda.

En cuanto al tipo de corte y líneas de las prendas estos son rectos, sin superposición. Son cortes a medida y tradicionales.

Algunas mujeres representativas clásicas son: Lady Di, Carolina de Mónaco, La Reina Sofía de España, entre otras.

Generalmente las mujeres clásicas mandan a hacer la ropa a medida. Tienen un estilo más conservador y tradicional, sin extremismos.

Accesorios: discretos y de muy buena calidad. Perlas, oro y piedras preciosas pero elegantemente combinadas. El bronce solo en hebillas o herrajes de carteras/zapatos.
Maquillaje: mínimo y con colores naturales, generalmente gama de tierras y rosados suaves.
Pelo: extremadamente prolijo, algo recogido o lacios suaves.

El Guardarropas de la mujer clásica:
La mujer clásica se siente muy cómoda vestida para el ambiente corporativo, y es muy respetuosa de su código de vestir. Trajes de pollera o pantalón, vestidos estilo “Jackie”, zapatos clásicos de taco y carteras de buen cuero, (discretas y prácticas), son los ítems que más abundan en su guardarropa. Para el fin de semana no varía mucho su repertorio, los accesorios siguen siendo los mismos (carteras, zapatos y bijouterie) y las prendas suelen ser cómodas pero mantienen las líneas sobrias del guardarropa corporativo. Cuando la mujer clásica se deja estar y no se actualiza peca de anticuada y aburrida. Muchas veces puede pasar que dejen su feminidad de lado, en pos de la discreción y la elegancia.